Internet contiene una cantidad de información tan enormemente grande que es comparable a tres millones de veces la cantidad de libros escritos en la historia, y por supuesto, cada día aun más gigantesca.
Pero la parte de internet comúnmente conocida es tan solo la superficial, es decir, la fracción de internet indexada por motores de búsqueda.
Fuera de las manos de los motores de búsqueda nos encontraríamos con la Deep Web (Internet profunda, Dark Web o Hidden Web), generadora de mucha controversia, ya que la información que aloja es difícil de controlar al permanecer tan oculta y en muchos casos puede estar dentro de la ilegalidad.
Para poder acceder a una parte de la web profunda, se puede utilizar Tor Browser, un navegador que además permite navegar de forma anónima.
En Tor se pueden abrir las dominios del tipo .onion a los que solo se puede acceder conociendo el nombre completo del dominio formado por una serie de letras y números, aunque es posible encontrar algunos en motores de búsqueda.
Lógicamente, nos encontramos con el problema de la anarquía que gobierna en la Deep Web, donde existe información interesante, pero también gran cantidad de contenidos ilícitos que nadie quiere encontrar, algo que declinaría la balanza hacia algo no interesante.
Enlace: https://www.torproject.org/