Las infecciones por correo electrónico vuelven a estar en auge dado que últimamente se ha detectado un volumen mucho mayor de lo que viene siendo habitual.
Independientemente del software malicioso que trate de propagarse por E-Mail el modus operandi siempre es el mismo y consiste en atraer la atención de la víctima con un reclamo para que descargue un archivo adjunto al mensaje.
Dicho reclamo puede ser una noticia ficticia (o incluso verdadera aprovechando cualquier tipo de acontecimiento) o simule ser provenir de una organización o entidad conocida como hotmail (ahora Outlook), Facebook, un banco, etc. para redirigir al usuario a una página falsa y conseguir que ingrese sus datos.
En otras ocasiones una aplicación maliciosa se encuentra escondida en otro archivo (como una presentación en Powerpoint, un PDF o una foto) que nos invitan a descargar.
Las recomendaciones básicas para evitar que nos infecten a través del correo electrónico (aparte de tener instalado un buen programa antivirus que se mantenga actualizado) consisten en no descargar ningún archivo adjunto si no conocemos al remitente del mismo, o incluso si sabemos de quien se trata seamos un poco desconfiados dependiendo del asunto del mensaje y el texto del mismo (es poco probable que un amigo que no sabe inglés nos envíe un correo en dicho idioma, o que trate sobre determinado tema que sabemos que desconoce).
Desconfía también de aquellos mensajes que nos soliciten datos personales simulando ser empresas conocidas, ya que estas nunca harían tales peticiones por email.